La iniciativa de Airbnb parece enfocada a limitar la incidencia de fiestas “ilegales” en ciudades que suelen ser populares para Año Nuevo.

Con solo unos días antes de su debut en la bolsa, Airbnb está tomando precauciones para no dar una mala imagen de su compañía. De acuerdo con Reuters, la app de renta de casas y de departamentos hará más complejo reservar un espacio en ciudades como Nueva York, París y Londres para Año Nuevo. El objetivo de las medidas será limitar la posible incidencia de fiestas ilegales dentro de estas metrópolis que puedan provocar brotes importantes de COVID-19.

A partir de hoy, aquellos usuarios de Airbnb que no tengan una buena calificación en la app no van a poder reservar habitaciones por una sola noche. La medida aplicará en Estados Unidos (EEUU), Francia, Reino Unido, Canadá, México, Australia y España. Quienes sí puedan hacer el apartado solo para Año Nuevo tendrán que firmar una carta de compromiso para no organizar fiestas en la propiedad. Si no acatan las reglas, podrían hasta quedar expuestos a demandas.

Los usuarios que ya reservaron una habitación en Año Nuevo para un solo día antes de este anuncio podrán mantener su renta, aún si su calificación en la app no es positiva. Pero Airbnb apuntó que la mayor parte de los apartados de ese tipo se suelen hacer en diciembre de todos modos. Tampoco se dejará ocupar departamentos o casas por un solo día, incluso si no es el 31, si los usuarios tienen reseñas negativas y la propiedad en cuestión está cerca de su hogar.

Una estrategia prudente de parte de Airbnb

Es imposible pensar que esta decisión no tiene que ver con el prometedor debut que la app de renta de hogares compartidos está preparando para el 10 de diciembre. De acuerdo con The Motley Fool, Airbnb ya tiene varios retos fuera de la pandemia. Entre ellos, no solo la creciente competencia de otras plataformas turísticas y la posibilidad de mayores restricciones legales a su modelo de negocio. Igual que Uber, aún no ha logrado presentar ganancias al mercado.

Pero esta medida claramente está centrada en impedir el regreso de la COVID-19 en algunos de sus mercados turísticos más atractivos. Ya desde julio, AP reportaba que la segunda ola de casos de infección le empezaba a pasar una nueva factura a la industria turística. Y en ella, se incluye a Airbnb. Considerando que en Europa y América del Norte (donde se están aplicando las medidas temporales) hay señales claras de un repunte de casos, no es un miedo menor.

Y es que la pandemia de COVID-19 ha sido una experiencia particularmente dolorosa para Airbnb. De acuerdo con el Wall Street Journal, no solo le ha llevado a lidiar con el enojo de sus anfitriones, que en un inicio se mostraron inconformes con su política de reembolsos. También tuvo que perder muchos ingresos, así como invertir bastante dinero en proyectos digitales de experiencias para sus clientes. Así que está en su mejor interés evitar una segunda crisis.

Las victorias de la app

Si sus medidas para Año Nuevo tienen éxito en contener posibles brotes de COVID-19 en sus mercados más atractivos, Airbnb se va a perfilar para un buen comienzo en la bolsa. De por sí ya tiene un par de victorias a su favor. Hace solo unas semanas que estrenó tanto un Fondo como un Consejo de anfitriones. El objetivo de ambas iniciativas no es solo darle mayor poder a sus hosts dentro de la compañía, sino reafirmar el compromiso de la marca por su bienestar.

Asimismo, ha seguido creando proyectos llamativos para reanudar poco a poco el turismo en algunos de sus mercados. Por ejemplo, en agosto, se alió con el último Blockbuster para crear un “hotel” de Airbnb limitado. Pero al igual que otras experiencias limitadas, lo más importante de la oferta no era el espacio en sí, sino las actividades planificadas por la compañía. En este caso, una pijamada con películas clásicas de la década de los 90 para los amantes del cine.

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Artículo por el portal Merca2.0


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