Checo Pérez, el piloto mexicano puede irse a descansar tranquilo, ya nada más le queda por hacer con lo que tuvo.
Checo lo consiguió todo. Todo lo que se podía y lo que no se podía con los autos que tuvo en la Fórmula Uno.
Es momento de abrir esa botella de vino o una cerveza fría, recostarse en el sofá, aspirar con fuerza y dejar que pase lo que tenga que pasar, eso que no está en sus manos, pero con la satisfacción de la tarea cumplida.
Es muy probable que en el 2021 sea el mejor piloto de la F1 sin trabajo. Eso ahora no importa. Hoy es uno de los pilotos más valorados. Su talento no lo cuestiona ni la dura prensa europea ni nadie, pero no siempre fue así.
Las ironías de la vida y contradicciones de la F1 hacen que Sergio Pérez pudiera quedarse sin asiento, porque que Red Bull, que lo tiene como candidato para ser coequipero de Max Verstappen, decida que retendrán al tailandés Alex Albon.
La decisión de Christian Horner, Helmut Marko y compañía no está basada 100% en lo deportivo, si así fuera, Checo ya habría sido anunciado hace mucho. La disyuntiva es que ser tailandés (51% de la marca Red Bull pertenece a un empresario de Tailandia) ha comprado paciencia y tiempo a Albon, cuando esa palabra no existe regularmente en Red Bull, que exige resultados inmediatos a sus pilotos.
Este año, ha sido para Pérez una colección de adjetivos superlativos a su manejo: Ross Brawn (director técnico de la F1), Damon Hill (campeón de F1 en 1996), por citar a algunos claman por un lugar para Pérez en la parrilla, hoy que maneja mejor que nunca, hoy que es un gran activo para la marca Fórmula 1 que corre un GP en México.
Checo, nunca tuvo en 10 años un auto para ser campeón, tampoco uno en el que algún coequipero ganara una carrera, pues hoy Checo puede decir orondo que él tomó esa bandera a cuadros, cuando nadie más lo había hecho con un Racing Point o Force India.
El mexicano siempre le ha sacado a sus monoplazas más de lo que tenían. Si eran para los primeros 12 lugares, entraba en el Top 10; había herramienta para Top 10, ser el mejor «del resto» y colocarse séptimo. De repente el auto tenía para pelear en los seis primeros, caía el podio. Eso fue siempre durante 10 años, pero nunca fue lo suficientemente reconocido y apreciado.
Índice
Lleva ESPN a todos lados
Checo Pérez llegó a la Fórmula Uno con el estigma gratuito e inmerecido de «piloto de paga». Los medios de prensa europeos, sobre todo los ingleses, siempre demeritaron su capacidad, a pesar de sus grandes actuaciones. Decían, porque ya nadie se atreve a mencionarlo, que Pérez tenía un asiento en F1 gracias al dinero de Carlos Slim, nada más.
Para ser claros, no hay ningún piloto en F1 surgido de la clase obrera. Checo es lo más parecido a un chico de familia de clase trabajadora, otro podría ser Esteban Ocon, pero nada más. Todos los pilotos consiguen patrocinios y llevan dinero, todos. Un piloto pobre es un pobre piloto, punto.
Y sí, Checo está en la F1 por Carlos Slim Domit, pero no porque le «comprara» un asiento, sino porque el empresario fundó la Escudería Telmex, por la pura pasión por el automovilismo y ese proyecto lo acuñó desde niño y le dio la plataforma para correr, no sin tener que pasar sacrificios como lo hizo antes con pilotos desde Adrián Fernández hasta Memo Rojas Jr., pasando por Esteban Gutiérrez, Luis Díaz y decenas más.
Escudería Telmex no es un banco o un barril sin fondo donde los pilotos meten las manos y sacan puños de dinero para conseguir lugares en los seriales más importantes. Es una academia como Red Bull donde los volantes crecen avanzan o se quedan en el camino. Donde se les enseña a buscar recursos y formar proyectos exitosos con asesorías de todo tipo. Es un proyecto para llevar mexicanos a F1 con base en talento no en dinero.
Pero, hasta hace no mucho, la idea errónea de que a Checo le compraba el asiento su patrocinador corría entre los entendidos y no tanto del ambiente en F1.
Nada más alejado de la realidad. Checo puede decir que compitió y venció a casi todos los coequiperos que ha tenido, con excepción del 2013 y Jenson Button. Pero lo hizo con Kamui Kobayashi, Nico Hülkenberg, Esteban Ocon o Lance Stroll.
Lleva una década como el mejor piloto fuera de Mercedes, Red Bull y Ferrari, pero sus logros se veían opacados por estar arriba de la media tabla… hasta que llegó el 2020.
En este año, Checo, un piloto con ocho podios en su haber hasta el 2019, pudo tener un auto de segundo nivel, justo detrás del muy dominante Mercedes y el Red Bull que está un paso atrás. Pues el RP20 es un paso atrás del RB16, una afortunada cooperación con Mercedes para «inspirarse» en su auto 2019 y conseguir un monoplaza competitivo.
Ahora sí se podía esperar algo más de Pérez y su coequipero Lance Stroll, el coche no era el mejor pero sí en el Top 4 a la espera de ver qué traía Ferrari.
Pero si no se sufre no se gana. Y a Checo el 2020 lo trató con la punta del pie. Primero, contagio de COVID-19 que lo margina dos carreras, pero lo peor es que sucede cuando los rumores de que Sebastian Vettel tomaría su lugar en Racing Point en el 2021, a pesar de que él tenía firmados dos años más de contrato. Se confirma el rumor y de buenas a primeras ya no tiene trabajo el año próximo.
Y llegó el día
Las adversidades no mermaron su manejo. Dieciocho carreras consecutivas en los puntos, carreras que pudieron terminar en podios que se caían por malas estrategias de Racing Point. Un segundo lugar en Turquía y peleando por el cuarto lugar de la clasificación.
El simple hecho de que Red Bull (que no contrata usualmente pilotos veteranos o fuera de su academia) ya habla del rango de manejo de mexicano.
Llegó el domingo 6 de diciembre en el circuito de Sakhir, el destino pareció decirle a Pérez ahí está la victoria, pero si la quieres te va a costar más que nunca.
Largó en quinto puesto, en las primeras curvas se colocó tercero sólo para ser golpeado por Charles Leclerc y milagrosamente no abandonar, pero pasar al lugar N° 18 y último de la carrera.
Desde ahí, Pérez en «beast mode» rebasó rivales uno a uno y se volvió a colocar en el top 4 a media carrera. Esto con rebase antológico a Albon, como para mandar mensaje a Milton Keynes, sede de Red Bull.
Los poderosos Mercedes fallaron en los pits, Checo se vio en la punta y no la soltó, a pesar de la presión de George Russell. Corte A… las notas de Jaime Nunó y un tapatío parado sobre el N° 1 en el podio. Lágrimas, alivio, inmensa alegría.
Tuvieron que pasar 190 Grandes Premios para que el piloto mexicano Sergio Pérez lograra ganar una carrera en la Fórmula Uno. Tardó, pero cuando llegó la gloria valió cada minuto de una trayectoria de 10 años en el Gran Circo.
¿Cómo puede ser posible que un piloto como Sergio Pérez no tenga asiento para 2021 en la Fórmula Uno? Sí, pero vete tranquilo Checo, que la F1 te extrañará y más temprano que tarde volverás y más apreciado.
¿Red Bull anunciará a Checo luego del 13 de diciembre? Todavía hay alguna posibilidad, pero si no es así, ellos se lo pierden, están cometiendo un grave error.
Artículo por la ESPN